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Un economista aconseja a Maduro

Francisco Rodríguez: “Maduro debe devaluar”

El economista no duda de que el gobierno cumplirá con los pagos de la deuda, pero advierte que el ciudadano de a pie vive una situación difícil de tolerar

BLANCA VERA AZAF
BVERA@EL-NACIONAL.COM
21 DE SEPTIEMBRE 2014 - 12:01 AM
Francisco Rodríguez considera que es un error prescindir del debate de ideas en el diseño de políticas públicas y que la ideología ha profundizado una crisis económica que pudo evitarese.
—¿Cree que el gobierno tiene cómo responder a sus compromisos de deuda externa en 2014?
—No tengo dudas. El gobierno tiene los recursos. La posibilidad de default en este momento es casi igual a cero. Hay incertidumbre con las cifras porque no se publican. Por ejemplo, ¿cuánto hay en los fondos extrapresupuestarios? En reservas hay 20 millardos de dólares ya Pdvsa le entran 5 millardos de dólares. En el caso supuesto de que no hubiese recursos para pagar la deuda externa se podría desviar parte de ese flujo de ingresos. La discusión no es si tiene capacidad de pago, sino si hay disposición de pago de la deuda.
—¿Quiere decir que podrá cumplir con todas sus responsabilidades financieras?
—Si responsabilidades son el cumplimiento de las obligaciones legalmente contraídas, como la deuda externa, sí tiene recursos. Pero si las obligaciones son los compromisos que el Estado asumió al otorgar divisas al tipo de cambio preferencial, no hay suficientes recursos.
—Ricardo Hausmann y Miguel Ángel Santos aseguran que el gobierno prefiere pagar la deuda externa a costa de someter al país a escasez.
—Tengo un gran respeto por Hausmann y por Santos. Son excelentes economistas. Pero también debo decir que no estoy de acuerdo con lo que dicen. No hay un dilema moral porque si dejara de priorizar el pago de la deuda externa para cumplir con las importaciones, las distorsiones cambiarias serían tan grandes que el efecto en la economía interna sería menor y muy temporal. El problema de Venezuela es que regala los dólares a las tasas de cambio actuales. Aunque deje de pagar la deuda externa, el gobierno se va a quedar corto y nadie le va a prestar porque cometió default.

—¿Qué diferencia hay entre pagar por la deuda 13% de tasa de interés en promedio y caer en default?
—El default es una medida muy costosa para las naciones. Si Venezuela lo hiciera, habría juicios en la mayoría de los países a donde envía petróleo. Se trancaría la capacidad de financiamiento de los proyectos de expansión de la faja petrolífera del Orinoco porque ninguna empresa le prestaría al país a través de vehículo financiero alguno. Si Venezuela cobrara el precio que debe por los dólares que otorga, resolvería su problema.
—¿Devaluar?
—Si, una sinceración del tipo de cambio, aquí ya se ha devaluado a través del dólar negro.

—¿Por qué no se ha hecho?
—Porque hemos vivido experiencias traumáticas con los ajustes cambiaros. El gobierno piensa que devaluar tiene un costo social muy alto.
—¿El venezolano terminará acostumbrándose a la escasez?
—El ciudadano de a pie ya no aguanta. Ya no se tolera la situación. Sin embargo, eso no quiere decir que no se pueda poner peor. Si no hay unificación cambiaria, la inflación llegará a tres dígitos. Como el gobierno decidió regalarlos, los dólares no alcanzan. Además decidió imprimir dinero sin respaldo. Maduro no dejó de pagar importaciones para pagar la deuda externa, sino que subsidia el dólar para los buscadores de renta. Mientras los venezolanos de clase media y trabajadora lo pagan a través de la caída del poder adquisitivo de su salario y del valor real de sus ahorros. Si está dando 40 millardos de dólares para las sobrefacturaciones, eso no se traduce en productos más económicos para los venezolanos. El gobierno comete un error político al no hacer el ajuste; cada vez pierde más capacidad de generar más ingresos por dólar y de allí que decide imprimir dinero inorgánico y genera inflación.

—¿Qué le recomendaría a Maduro?
—Creo que Maduro ha paralizado una serie de políticas económicas que lejos de resolver los problemas del país, los ha hecho más difíciles. Le recomendaría que llame a los economistas y los escuche para así resolver el pésimo desempeño económico del país. La historia ha demostrado que los presidentes que se cierran al debate y solo interactúan con un cenáculo terminan actuando contra la realidad. Los gobiernos que no escuchan tienen una propensión muy alta a no solucionar los problemas y por lo tanto a fracasar en la conducción de los asuntos de su nación.

El perfil
Es economista de la UCAB. Tiene maestría y doctorado en Economía de la Universidad de Harvard en Estados Unidos. Fue director de la Oficina de Asesoría Económica y Financiera de la Asamblea Nacional (2000-2004). Actualmente forma parte del equipo de análisis de entorno para América Latina en Bank of America Merrill Lynch.

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