Ir al contenido principal

La patria entregada y mancillada por los patriotas rojo rojitos

El Tejado Roto

La ciudadela bajo asedio

Ramón Hernández
@ramonhernandezg



Sería mucho más que una herejía preguntarse hoy, transcurridos 205 años de la firma del acta de la independencia por 7 de las provincias que constituían la Capitanía General de Venezuela, si valió la pena tanto derramamiento de sangre y tanta violencia, que se asumió con arrojo, valentía y extremo convencimiento de que era lo que estábamos obligados a hacer.
No lo pienso por el mal momento que atraviesa la república, quizás solo comparable con los peores momentos de la guerra federal con la que se pretendió sustituir la libertad con igualdad a punta de cogotazos, descuartizamientos y otros excesos que poco tuvieron que ver con faltas de ortografía. Tampoco por la mala fe de los gobernantes, que sí es una característica inédita de estos chapuceros, sino por la calidad de la traición que han perpetrado, al lado de la cual la de Bayona es una cagarruta de paloma. («Su Majestad el rey Carlos IV ha resuelto ceder, como cede, todos sus derechos sobre el trono de España y de las Indias a su majestad el emperador Napoleón»). Googlee.
Habiendo sido tan intransigentemente dogmáticos en aceptar el proceso independentista como una verdad incuestionable, que todavía hoy nadie puede siquiera preguntar si romper los lazos con España era lo mejor en ese momento o si cabía esperar, llamar al Vaticano para que sirviera de acompañante o de mediador y probáramos avenirnos antes de declararnos la guerra a muerte, no creo que se defienda la soberanía de manera tan radical y tan dogmática. Supongo que en la praxis no hemos tenido la misma fortuna que en la historiografía, que por un lado va la letra impresa y por otro los conciliábulos de Miraflores, Fuerte Tiuna, Tumeremo y La Orchila, y que priman, como dice ahora, los "consejos de La Habana”.
El derrumbe de la Unión Soviética no fue el fin del comunismo, apenas el mal momento que vive cualquier prestidigitador o mago de bastón y chistera cuando alguien en el público no solo le descubre el truco sino que se lo dice al público a viva voz. Por un tiempo le estuvo vedado, pero al poco tiempo encontró olvidadizos que se lo celebraran, incluso con más fogosidad. La nomenklatura bolchevique logró convencer a propios y extraños que estaba llevando a cabo una titánica empresa de emancipación social y económica, que estaban a las puertas de El Paraíso, aunque lo que había era hambre, sufrimiento, represión y muerte.
Aquí, los patriotas no gastan las divisas, que todavía son muchísimas, en medicinas y comida sino en los insumos que Cuba triangula para darle a cada quien el carnet de la patria y nadie se percate de que diariamente envían 100.000 barriles de crudo a la metrópolis del Caribe. Están ocupados revisando la basura, buscando entre los desperdicios y la indiferencia la dignidad perdida. Nada que vender, regalaron la patria.
    


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Pepe Mujica mató a un policía por la espalda

Contra Pepe Mujica Todos lo alaban por sus “frases profundas”, por su aspecto humilde, porque anda en un carro destartalado... bueno, no todos: uno de los mejores escritores argentinos nos cuenta acá por qué el ex presidente uruguayo no le simpatiza para nada. Marcelo Birmajer * Mi primer problema con Pepe Mujica es que no le entiendo nada cuando habla. Habla con la boca cerrada. Arrastra las palabras como si no quisiera soltarlas, como un jugador de ajedrez que se queda con la ficha en la mano porque teme dejarla en tal o cual casillero y eterniza el movimiento, enervando al contrincante. Me pasa con él como con las películas españolas en la televisión, que solo las entiendo con subtítulos. Pero a Mujica no lo subtitulan, lo aplauden, aunque estoy seguro de que quienes lo aplauden tampoco entienden lo que dice. Lo aplauden porque tiene pinta de pobre, porque tiene un perro con tres patas, porque no tiene la menor relevancia en el mundo; pero en ningún caso

Partidos políticos sordos, ciegos y usurpadores

Miguel Henrique Otero Con sólidos argumentos políticos y legales, a los que cabe sumar otros provenientes del más elemental sentido común, organizaciones no partidistas, académicas, especializadas y autónomas, expertos de indiscutible calificación, y también veteranos políticos y otros en ejercicio -muchos de los cuales han sido críticos con relación a ciertos aspectos relativos a la gestión del gobierno interino- expresaron en días recientes que la decisión de una mayoría de la Asamblea Nacional de sustituir la figura del presidente encargado, ejercida hasta ahora por Juan Guaidó Márquez, para reemplazarla por la de una especie de gobierno parlamentario es un error. Un grave error que, para peor, no tiene antecedentes en el desempeño republicano de Venezuela. Hay que considerar, como primera cuestión, tal como hace el impecable comunicado que el Bloque Constitucional de Venezuela publicó el 24 de diciembre, que la usurpación se mantiene. Que Venezuela no ha dejado de estar en una situ

Una izquierda de derecha

Lluis Bassets Así como hay una derecha suicida, también hay una izquierda ignorante. Nada sabe ni nada quiere aprender del pasado. Tampoco sabe que la guerra sucede a la política cuando la política deja de funcionar. Ni que la paz, tan deseada, no llega por un clamor convocatorio, sino porque quien vence en la guerra tiene poder y pericia para imponer un orden más justo, de forma que nadie utilice la fuerza de nuevo para resolver los contenciosos inevitables que se producen entre países y gobiernos. Ignora que la Unión Soviética fue el mayor imperio europeo, y quizás del mundo, entre 1945 y 1991.  Y que lo fue bajo la flagrante mentira de la patria socialista, defensora universal del proletariado.  O que las libertades europeas se mantuvieron y se mantienen en la mitad del continente, al igual que en 1945 se recuperaron de la invasión hitleriana, gracias a la alianza con Estados Unidos. Cree los embustes de Putin sobre la mayor catástrofe del siglo XX, que no fue la desaparición de la