Pueblo tomado y extorsionado Ramón Hernández Desde La Victoria hasta La Colonia Tovar hay 36 kilómetros de distancia, que sin mucho tráfico y un vehículo en buenas condiciones se recorren en 66 minutos. Son fuertes subidas y una bajada que requiere de frenos seguros y reflejos rápidos. Es una carretera espectacular. No hay paisajes parecidos en toda la geografía venezolana, pero pocos le prestan atención. Quien la usa lo que quiere es llegar al destino, no distraerse en zoquetadas. No hay alcabalas y los puntos de control son tan raros como el agua en Marte. Hace 40 años todavía era de tierra y en los últimos lustros se ha mantenido como una vía solitaria, mucho más los días de semana. Hay una línea de busetas que cubren la ruta, pero los vehículos más usados son los todoterrenos, las camionetas de doble tracción, unas de lujo y fantasía, las demás de trabajo rudo. Por aquí suben los bandidos, también se escapan aunque nadie los persigue. Una o dos veces a la semana
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