Sesión Solemne de las Cámaras Legislativas en el 188º Aniversario de 5 de julio de 1999
Orador de orden: Dr. Jorge Olavarría, Hemiciclo del Senado.
Señor Presidente Constitucional de Venezuela, Presidente y Vicepresidente del Congreso Nacional, Señores Representantes de los Poderes constitucionales de Venezuela, Señor Nuncio de su Santidad, Decano del Cuerpo diplomático y Excelentísimos señores Embajadores y Honorables Encargados de las misiones diplomáticas aquí presentes, Señoras y Señores.
Esta solemne celebración, la última del siglo, coincide con una hora menguada de la patria. Es una hora triste, tensa, bochornosa, preñada de peligros y de amenazas para los que queremos vivir en libertad y democracia, bajo el imperio de la ley.
No es hora de historias pasadas. La historia se está haciendo aquí y ahora. Es la circunstancia la que nos exige seguir el ejemplo de los próceres que firmaron la declaración de la independencia, de los que fundaron las bases y sentaron los principios de un Estado Constitucional en el cual la ley -la ley- respetase la libertad y el honor, como decía una cancioncita que andaba por allí corriendo por las calles de de entonces. Es la hora de hacer verdad el himno, el himno que hoy cantamos. Es la hora de hacer como ellos, no de hablar de ellos. Porque si no, seguiremos cantando que el vil egoísmo, otra vez triunfa.
Con el recuerdo de las heroicidades de los libertadores no vamos a exculpar las cobardías de hoy. Así no aprenderemos las lecciones que, con el sacrificio de sus vidas, nos dieron quienes firmaron el Acta que acaba de ser leída.. Con esa retórica, apenas lograríamos anestesiarnos del dolor de las verdades que hoy nos abochornan y que nos han traído donde estamos. Por ese camino, no nos vamos a encontrar jamás con nosotros mismos.
Los hechos de hoy plantean ante la conciencia moral de los venezolanos de hoy la obligación de hacer algo por lo que hoy amenaza la esperanza de cambiar lo que hay que cambiar. Esos hechos pueden hacer y si se les dejan, van a hacer retroceder a Venezuela a un ayer, cuyos atavismos de violencia están latentes, y sólo falta alguien que los despierte. Y alguien los está despertando.
Mañana nadie podrá declararse eximido de responsabilidad, si hoy- cada quien no asume la responsabilidad que le corresponde. Sin egoísmos. Sin cobardías.
Para las revoluciones que están revolucionando al mundo de hoy, la retórica heroica de las revoluciones de ayer, de poco, valen. Esa retórica heroica no nos hace más ricos, ni más sabios, ni mejores ciudadanos. No nos consuela de lo que somos, con el recuerdo de lo que fuimos. Lo que ellos hicieron ayer, no nos exime de lo que nosotros, aquí y ahora, debemos hacer hoy.
La valentía que vale en el mundo del siglo XXI, no es la valentía del asaltante temerario. Es la valentía del saber, la valentía del trabajo, la valentía del dominio de una tecnología que ha cambiado al mundo en los últimos años, más que todos los cambios del milenio que concluye, y que va a cambiar la dinámica política de las sociedades humanas a extremos que la imaginación no alcanza a imaginar. Esa debe ser la valentía de los venezolanos que tienen que ser valientes en el siglo XXI. Para ellos, para los venezolanos de mañana, los venezolanos de hoy y ahora que tenemos alguna responsabilidad, debemos tener, hoy y ahora, el valor y la decisión que se necesitan para enfrentarse a la orgía de insensatez demencial que nos empuja hacia atrás. Que nos lleva a desandar caminos andados. Que nos induce a repetir errores cometidos.
Si los venezolanos nos dejamos alucinar por un demagogo dotado del talento de despertar odios y atizar atavismos de violencias, con un discurso embriagador de denuncia de corruptelas presentes y heroicidades pasadas, el año entrante Venezuela no va a entrar al siglo XXI. Se quedará rezagada en lo peor del siglo XX. O retornará a lo peor del siglo XIX.
El desprecio que el señor Presidente manifiesta por una Constitución que le otorga legitimidad a su mandato, pero que él sentenció a muerte, a muerte prematura, no nos aclara los términos de la constitución de sus verdaderas intenciones con la cual propone reemplazarla.
Por lo pronto… por lo pronto, está claro que nadie puede ignorar las repetidas amenazas que el señor Presidente ha proferido en contra del Congreso; de de Justicia y sus Magistrados; del Fiscal y del Contralor de , del Consejo Nacional Electoral y de las Fuerzas Armadas. Ni un sólo Poder Constitucional ha sido eximido de sus amenazas. Ni uno solo. " (JO toma agua)
(…detrás de él, el Coronel Dávila al borde de una embolia… Cecilia Sosa sabe que el pañal para adultos, ya no puede más. Capriles Radonski está lamentando no haberse fumado ese porro jamaiquino esta mañana, y Hugo Chávez no persigue moscas porque lee libritos pendejos.)
"Y no es que la imagen que el país tiene de estos poderes sea inmerecida. No. Si hemos llegado a una situación en la cual estas amenazas se profieren sin que el país se ponga de pie para protestarlo, por algo es. Pero estas no son las amenazas de un reformador de lo que se niega tercamente a ser reformado. No. Son los anuncios de un destructor.
El señor Presidente amenazó a de Justicia con lanzar a sus seguidores a la calle a manifestar en su contra, si decidía un recurso interpuesto en forma que él consideraba contraria al pueblo. Y no pasó nada. Un pueblo en cuyo nombre dice hablar y del cual alega haber recibido…"
(Cecilia Sosa se pone de pie y se retira… la pobre mujer.)
(El Presidente del Congreso, Coronel Dávila, interrumpe…
"Llamó al orden al orador en virtud de que el Señor Presidente de y quienes estamos acá en la celebración de esta fecha patria, no hemos venido a escuchar sus insultos contra el Presidente de …"
Aplausos de los Chaburros … Yo, su hijo mayor, desde el palco, grito: "¡que suban a un adulador! … ¡Libertad de expresión! … y alguna otra pendejada.. como, "¡sigue hablando!"… )
Y sigue Dávila, "..yo invito, al Señor Presidente de , quien ha sido invitado a este sesión colemne (creo que quiso decir "solemne"), del congreso de , a acompañarlo fuera del hemiciclo"
Hay un momento de tensión y de duda hasta que alguien dice, "Siga hablando Olavarría… siga hablando.." (aplausos) – Chávez se queda y aplaude suavemente, como un divo.)
"..un pueblo en cuyo nombre, el Señor Presidente dice hablar y del cual alega haber recibido… un mandato de poder absoluto…dictatorial. Así lo consignó por escrito en una memorable carta enviada a los magistrados de de Justicia. En esa carta, el Presidente reclamó para si la exclusividad en la conducción del Estado.
El Señor Presidente cree, sinceramente… el Señor Presidente cree sinceramente… que el Estado es él. Que él es el único representante del pueblo… en la estructura constitucional de la separación de los poderes.
Cuando de Justicia decidió en una forma contraria a la que él esperaba, el Presidente acusó a sus magistrados de estar coludidos contra él y, en repetidas ocasiones posteriores, los acusó de corrupción. Y no pasó nada.
El Señor Presidente ha instado repetidamente al desacato por a ser elegida, de los términos del mandato aprobado por los electores en el referéndum, cuyas bases clara y explícitamente le negaron a ser elegida, el carácter «originario».
La Corte Suprema de Justicia ha negado el pretendido carácter originario deSin embargo, el señor Presidente ha afirmado y ha reafirmado repetidamente, que va a disolver los poderes, va a destituir a los Diputados y Senadores, va a destituir a los Gobernadores de los Estados, tan legítimamente elegidos como él, va a destituir a los Magistrados de de Justicia y a todos los Jueces y va a nombrar sus sustitutos porque alega que su origen está viciado, y que esa Asamblea va a derogar, modificar y hacer leyes, todo-antes de aprobar y antes de que esta sea aprobada por el pueblo en un referéndum. (toma agua)
Nunca antes.. nunca antes en la historia de Venezuela, salvo, por supuesto, en los días de Boves y Morales, se había hecho una predica tan clara y abierta en favor del caos y la anarquía. Nunca. Los más radicales revolucionarios han predicado un orden nuevo, pero-orden. Nadie ha predicado el desorden, la incertidumbre y la arbitrariedad como ideales para construir una nueva República.
El Presidente pretende equiparar la elección de con un hecho revolucionario, creador de un gobierno de facto…"
(El Coronel Dávila, Presidente del Congreso, interrumpe de nuevo… "Nuevamente, llamo el orador a orden y deploro… …deploro profundamente que el Senado y el Congreso de de Venezuela en la celebración de una fecha patria de la magnitud del 5 de julio haya sido utilizada por usted, Jorge Olavarría, por este acto bochornoso que nos está haciendo presentar ante la opinión pública y el cuerpo acreditado de los señores embajadores…"
(Algún Chaburro rebuzna algo inteligible…)
… "Señor Presidente… del Congreso… yo estoy haciendo historia. Yo no he inventado una palabra de lo que he dicho.. (Aplausos).
El Presidente, repito, pretende equiparar la elección de con un hecho revolucionario, creador de un gobierno de facto… Estamos ante la necesidad de desvelar un enorme engaño, que nos está invitando a elegir no a unos representantes encargados de hacer una nueva Constitución… a elegir a unos Dictadores. … unos Dictadores tumultuarios que amenazan abrir juicios populares a todo el que ellos califiquen de corruptos. Juicios en los cuales los principios cardinales del Derecho que le han costado dos milenios a la humanidad consagrar como derechos intangibles, sean reemplazados por el trágico eufemismo de la justicia popular que nunca ha sido justicia y siempre -siempre! ha terminado masacrando al pueblo en cuyo nombre dice hablar.
Una asamblea dictatorial obediente a su voluntad que tendrá, según dicen, el poder de disponer de nuestras vidas a su arbitrio, porque no estarían limitados por más ley que la voluntad de la mayoría.
Además, el Presidente ha instado al Consejo Nacional Electoral a la violación de las bases comiciales para la elección de Unas bases que él mismo propuso y que aprobadas por el electorado en el referéndum, fueron vertidas por la autoridad electoral en un reglamento que ahora, el señor Presidente se niega a respetar, alegando que puesto que no hay ley que regule la elección de , él puede hacer y decir lo que le venga en gana para promover a sus candidatos, así se lo prohíba la ley y las bases comiciales que él mismo propuso y que se aprobaron en el referéndum."
(El entonces pichón de dictador toma un librito y lo lee)
"En esta línea de palabras y de acciones, el señor Presidente apoya abiertamente a los candidatos de su parcialidad y para ello hace uso público y notorio de recursos del Estado. Cuando el Consejo Nacional Electoral le amonestan, el Presidente hace burla del árbitro electoral, de la amonestación que recibió, y anuncia que seguirá haciendo lo mismo, y lo sigue haciendo. Cuando el Contralor anuncia su decisión de investigar el hecho, el Presidente lo ofende y lo descalifica. El hecho es dramáticamente claro, Señoras y Señores. El señor Presidente de ha violado su deber de respetar y de hacer respetar y las Leyes de lo puede negar.
No digo que el Presidente ha violado su juramento, porque lo dio en forma harto irregular, al extremo que puede decirse que no juró como se lo manda ese momento calificó de «moribunda» a y no sé si dijo que juraba respetarla, o terminarla de matar. Pero si la respuesta del señor Presidente a la pregunta ritual que le fuera formulada fue equívoca, la autoridad que le tomó el juramento, (voltea, señala a Dávila) lo entendió por dado cuando le dijo: "Si así lo hiciereis, que Dios y la patria os premien. Si no, que os lo demanden."
Pues NO lo ha hecho. No ha respetado ni ha hecho respetar y las Leyes. Por el contrario, ha instigado abiertamente a su desobediencia y lo ha hecho a los obedientes y no deliberantes miembros de las Fuerzas Armadas. Y como Dios anda muy ocupado en cosas más importantes, y la patria somos todos, y no es nadie, alguien se lo debe demandar. Alguien…
Hace tres días, en su condición de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, el Presidente violó su juramento constitucional de respetar y sostener y las Leyes cuando promovió a treinta y tres oficiales de las Fuerzas Armadas cuyo ascenso había sido expresamente negado por el Senado de , en legítimo ejercicio de su atribución establecida en el Ordinal Quinto del Artículo 150 de (Toma agua).
Además de esto, que es obvio, y que debe producir acciones inmediatas por parte de quienes están obligados a tomarlas, lo que el Presidente Hugo Chávez está haciendo con las Fuerzas Armadas… legal, para-legal, meta-legal o ilegal, va a llevar a la destrucción de una de las instituciones de mayor prestigio de la sociedad venezolana. Una institución cuyo nivel de profesionalismo, había costado muchos años y muchos esfuerzos llegar hasta el lugar de donde estaban.
La atribución… (voltea a ver si el pseudo dictador está allí) …del Senado, ejercida en sintonía con lo que las instancias de evaluación interna de las Fuerzas Armadas habían decidido en relación a los oficiales cuyo ascenso negó, no la inventaron los que el Presidente Chávez llama «cúpulas corruptas» de los partidos…"
(En ese momento, el Comandante Presidente alza un soberano dedo con lo que llama al General Raúl Salazar… le da lo que parece ser una orden. El General camina hasta donde están sentados los muy pesados de la pesada plana mayor, los Generales y Almirantes, quienes luego de escucharlo, se ponen de pie y como buenos soldados, salen de la sala en fila militar.)
"…Obedientes y no deliberantes…"
(El Coronel Dávila vuelve a hablar, …
"Usted agrega nuevamente un bochorno más (le gustó la palabrita) al Senado y al Congreso de de Venezuela y a quienes hemos acudido a este salón en el día de más alta significación de la patria… pero los responsables directos de este bochorno, ustedes saben perfectamente bien quienes son… los que han propuesto a este señor a que venga en el día de hoy a ensuciar, a enlodar, una vez más, el congreso de la república de Venezuela… prosiga Señor Olavarría…")
…"Señor Presidente, déjeme ilustrarlo… que el primero que propuso, y lo introdujo en el proyecto de Constitución que presentó al Congreso de Angostura, la facultad del Senado de autorizar los asensos fue Simón Bolívar. (Aplausos)
Desde el mismo inicio de su carrera militar, la preocupación de Bolívar por la disciplina del Ejército y su acatamiento a la autoridad civil y constitucional fue constante.
En 1813, después de la exitosa campaña guerrillera del Magdalena, y de haber tomado Cúcuta, Bolívar se vio impedido de pasar a Venezuela por la actitud del Coronel Castillo, a quien se le había nombrado como su segundo y quien alegaba que Bolívar no podía legalmente llevar las tropas granadinas más allá de la frontera.
Bolívar acató esto y se dirigió al Congreso de en solicitud del permiso correspondiente. Pero como se hizo evidente que la actitud de Castillo era obstruccionista y no legalista, Bolívar le escribió al Presidente de , …más que un raciocinio táctico, estratégico o político de la campaña que pensaba iniciar en Venezuela, le formula una declaración de principio extremadamente importante. Le dice: «No hay estado beligerante sin tropas, y no hay tropas sin disciplina.»
Este primer incidente en la carrera de Bolívar, en la carrera militar, revela la constante de una firme convicción en la disciplina del Ejército como condición de su misma existencia. Y de su sumisión al poder civil como requisito de su carácter republicano y constitucional, que era la razón por la que había ejército y se luchaba.. La disciplina del poder militar, y su razón de ser como brazo armado de una república constitucional por la cual se luchaba, fueron los dos pilares del pensamiento de Bolívar en materia militar, y la constante de su vida.
Tras la conquista de Angostura y la instalación del Congreso en 1819, Bolívar presentó el proyecto de Constitución en el cual, por primera vez en la historia constitucional de Venezuela, se le atribuyó al Senado la facultad de aprobar los ascensos militares en estos términos:
«El Presidente…(3) «Nombra los empleos civiles y militares que no reservare. Entre los reservados se comprenden los de Coronel inclusive arriba, cuyo nombramiento lo hará el Poder Ejecutivo con aprobación del Senado. Si este no conviniere en el nombramiento, puede repetir su instancia apoyándola mejor. La resolución del Senado, en este caso, es decisiva.»
La Constitución de Bolívar estableció por primera vez en nuestra historia constitucional, el carácter no deliberante de las Fuerzas Armadas y su jefatura por quien quiera ejerciera las funciones de Presidente. Y apartándose del modelo federal de de 1811, estableció que era exclusividad de y no facultad soberana de las provincias de tener cada una de ellas sus propias fuerzas armadas.
Ya lo había dicho en 1813 y lo consignó en que propuso a de 1819: No hay Estado sin fuerzas armadas. No hay fuerzas armadas sin disciplina. No hay disciplina sin ley. No hay ley si el jefe de esa fuerza disciplinada y obediente, no la respeta y la hace respetar.
Si se rompe por quien tiene la obligación que respetarla y hacerla respetar, se acaba la disciplina. Se acaba Se acaba el Estado. Palabra de Bolívar. Palabra de Bolívar. Así de claro. Así de simple.
La Constitución de 1830 repitió la atribución del Senado para autorizar ascensos y el carácter no deliberante de las Fuerza Armadas pero de 1864 omitió esta atribución del Senado y consagró la facultad de los Estados de tener sus propias Fuerzas Armadas, al extremo que Nacional tenía que pedir permiso para pasar por el territorio de los Estados de fue una de las causas que llevaron al enguerrillamiento crónico que le siguió hasta que en 1908 Gómez tomó el poder y empezó a desmontar la disgregación implícita en el modelo federal y acabó con los caudillos.
Y esa fue la razón de la proliferación de rangos militares otorgados por el Mariscal Falcón y por los Presidentes que le siguieron, por lo cual, para fines del siglo pasado Venezuela tenía más generales y coroneles que soldados. Y no tenía Ejército. Los ejércitos de entonces eran los partidos de entonces. Eran partidos armados. Eran fuerzas de ocupación al servicio de Guzmán Blanco o de Crespo, pero no de y mucho menos de sus instituciones.
Llegar a eso, un Ejército permanente, institucional, parecía entonces una quimera. Regresar a eso parecía, antes de ayer, una imposibilidad. Pero ese es el camino por el cual vamos. Por lo pronto ya tenemos más coroneles y generales de aviación, que aviones; y más almirantes y capitanes de navío, que navíos.
La creación de un Ejército profesional, permanente y nacional se inició a comienzos de siglo. Cuando Gómez apartó a Castro del poder inició con energía y decisión, la integración de las viejas montoneras del siglo pasado en un Ejército homogéneo, tecnificado y moderno. El paso fundamental se dio cuando el 5 de julio de 1910 se inició el primer curso en de «».
Algunos de los responsables visibles del progreso de su primera etapa se conocen: el General Francisco Linares Alcántara, que había estudiado y se había graduado en West Point, el General Félix Galavís, el coronel chileno Samuel McGill. Los más visibles de las etapas posteriores, fueron el General Eleazar López Contreras y el entonces Teniente Coronel Isaías Medina Angarita, quien se había graduado en militar y había sido muchos años su profesor.
El hecho fue que a la muerte de Gómez en 1935, con una estructura fundamental de un Ejército profesional, con espíritu y reglamentación de permanencia institucional.
Ese Ejército disciplinado fue lo que hizo posible que el General Eleazar López Contreras realizara las transformaciones que eran necesarias para cambiar el carácter dictatorial del régimen en el cual él se había formado y para que re-fundara la democracia en el siglo XX.
El General López Contreras heredó una estructura de poder militar que le hubiera permitido prolongar el régimen autocrático. No lo hizo así. Y uno de los primeros indicios que dio el General López Contreras de su carácter liberal y democrático fue cuando, después de la muerte de Gómez, se quitó el uniforme y entró a Caracas como Presidente de , vestido de civil.
Un detalle que merece ser recordado en estos momentos, cuando se nos está dando indicios de lo contrario.
La importancia…"
(…interrumpe Algún Chaburro quien grita algo inteligible, Olavarría se ríe y prosigue.)
"…La importancia…que dentro de toda estructura militar… La importancia…que dentro de toda estructura militar…tiene los procedimientos institucionalizados de ascenso que alejen lo más posible la discrecionalidad en la calificación de los méritos, repito…
La importancia…que dentro de toda estructura militar … tienen los procedimientos institucionalizados de ascenso que alejen lo más posible la discrecionalidad en la calificación de los méritos, tienen procedimientos se pone de manifiesto con un detalle, cuando vemos que una de las principales razones que alegaron los oficiales que formaban Unión Militar Patriótica en 1945, la logia que conspiraba para derrocar a Medina, era que el General Mediana se había negado a retirar del Ejército a los viejos generales Prato, Ardila y Matute que los oficiales de llamaban «chopo e' piedra» y cuya prolongada permanencia ellos, los oficiales jóvenes, veían como bloqueando sus carreras.
La Constitución de 1947 fue la primera que consignó lo que puede llamarsela doctrina militar del Estado Democrático. Esa doctrina, paradójicamente, fue inspirada y colocada en esa Constitución por los oficiales que derrocaron a Medina Angarita, pero lo hicieron por especialísima influencia de la mentalidad, de la manera de pensar, del entonces Ministro de , Teniente Coronel Carlos Delgado Chalbaud, quien en 1946 expresó públicamente su convicción que las Fuerzas Armadas venezolanas debían ser obedientes, no deliberantes, apolíticas, institucionales y profesionales.
Esos principios se consignaron en el capítulo III del Título IV de esa Constitución, que estableció que las Fuerzas Armadas eran, cito: «apolítica, esencialmente profesional, obediente y no deliberante, organizada para garantizar la defensa nacional, mantener la estabilidad interna y respaldar el cumplimiento de y de las Leyes.»
Al principio de la impersonalidad de la institución armada al servicio de , al principio de la exclusividad de la funciones militares incompatibles con otras funciones políticas, y después de ratificar el principio muy antiguo de que la autoridad jerárquica suprema de la fuerzas armas es el Presidente de , se sumaron los avances que habían sido logrados en el gobierno de Gómez, como eran la exclusividad y el monopolio del Poder Nacional para mantener fuerzas armadas y poseer armas de guerra.
El apoliticismo de las Fuerzas Armadas quedó sentado claramente en el Artículo 99 de esa Constitución, y los mecanismos institucionales y legales y no discrecionales de ascensos recibieron jerarquía constitucional al establecerse en el Artículo 101 que los grados militares sólo podrán obtenerse conforme a , ratificando el principiobolivariano de la atribución del Senado de autorizar ascensos.
La doctrina militar del Estado Democrático quedó muy bien consignada en de 1961 … en su artículo 132, que establece con admirable elocuencia que las Fuerzas Armadas forman una institución apolítica, obediente y no deliberante, organizada por el Estado para asegurar la defensa nacional, la estabilidad de las instituciones democráticas, y el respeto a y las leyes, estableciendo que el acatamiento de las Fuerzas Armadas a … el acatamiento de las Fuerzas Armadas a … está por encima de cualquier otra obligación, reafirmando que están al servicio de , y en ningún caso, al de una persona o parcialidad política.
Personalmente, yo pienso que el carácter no deliberante de las Fuerzas Armadas es indispensable para el mantenimiento de su disciplina y esa disciplina es indispensable para la estabilidad de cualquier orden de gobierno, democrático o no.
Pero aunque no pensara así, el hecho es que hoy, y de las Fuerzas Armadas vigente así lo mandan. Las Fuerzas Armadas, no son deliberantes. El mero anuncio por el Presidente Chávez de convocar a una Asamblea militar para que los militares le hablen al país, es otra violación a y a
Quizás la más peligrosa de todas. Hasta para él mismo y el mantenimiento de su autoridad.
Ha llegado la hora señores, ha llegado. Ha llegado la hora Señor Fiscal General de , Señora. Magistrado de de Justicia…" (que se pintó de colores)
(Capriles R. baja la cabeza arrepentido de quien sabe qué. El Coronel Corroncho con el dedito golpea el micrófono…)
"…ha llegado la hora de recordarle al Presidente que los poderes que él ofende, que él amenaza, merecen tanto respeto como el señor Presidente tiene el derecho de esperar de ellos y de todos nosotros. Pero estos poderes, además de ser acreedores del respeto, tienen un poder y unas facultades positivas que el Presidente no debe desconocer o menospreciar.
El Artículo 192 de establece: «El Presidente de es responsable de sus actos de conformidad con esta Constitución y estas Leyes».
El Artículo 121 de , advierte que el ejercicio del poder por el Presidente de «acarrea responsabilidad individual por abuso de poder o por violación de ».
El artículo 46 de establece que si el Presidente de ordena o ejecuta un acto que viole o menoscabe los derechos garantizados por «incurre en responsabilidad penal, civil y administrativa, según los casos».
La responsabilidad penal del Presidente de no es inmune a las consecuencias de la comisión del delito de abuso de autoridad por actos arbitrarios, y del delito de incitación a la desobediencia de las leyes.
La Corte Suprema de Justicia en pleno, tiene competencia para declarar si hay o no méritos para el enjuiciamiento del Presidente de la República.
La Ley establece que la acusación del Presidente de ante de Justicia es derecho de «cualquier ciudadano».
El Ministerio Público, también tiene esta facultad, según lo establece el Artículo 220, ordinal 5º de
A la acusación deberán acompañarse «los documentos, testimonios, informaciones de nudo hecho u otros medios de prueba que acrediten los hechos sobre los cuales ha de versar el juicio».
Recibida la acusación, de Justicia debe decidir si hay o no mérito para proseguir el enjuiciamiento dentro de las 10 audiencias siguientes de su presentación.
Si decide que hay méritos, lo debe participar inmediatamente a del Senado, o a
El Senado está facultado para autorizar por el voto de la mayoría de sus miembros el enjuiciamiento del Presidente de esto, el Presidente «quedará suspendido en el ejercicio de sus funciones» …tal como lo establece la constitución que está viva y está vigente."
(Aplausos y algún improperio inteligible de algún Chaveco.)
"…El Presidente ha dicho reiteradamente que no le importa que lo enjuicien.."
(Sigue la arenga inteligible de algún Chaveco.)
"…a quienes me escuchan…"
(Sigue la arenga inteligible del Chaveco..)
"..A quienes me escuchan…y a quienes no me quieren escuchar…"
(Sigue la arenga inteligible del Chaveco, dice algo como métete con … a ver lo que te pasa…)
"..repito quienes me escuchan… y a quienes les compete hacerlo, debe importarles.Si no lo hacen, no será por falta de causales.
Antes de venir aquí medité mucho acerca de lo que en esta hora y desde esta tribuna debía decir. Un viejo y sabio amigo me había aconsejado: «Deja hablar al venezolano angustiado que tienes dentro»… Eso es lo que he hecho. Yo no sé si he acertado con lo que se debe decir en este momento. Sólo sé que he hablado como mi conciencia me lo manda. Eso me basta.
¡¡¿Qué más se puede decir para sacudir a los venezolanos que me escuchan y sacarlos de su apatía, de su conformismo,…de cobardía cívica… para alertarlos de lo que puede suceder y va a suceder si se deja pasar lo que se está diciendo y se está haciendo?!!
Yo no soy de los que ven en los escasos dos siglos de nuestra historia republicana, una morbosa secuencia continua de fracasos en el empeño iniciado en la fecha que hoy conmemoramos para construir un Estado constitucional. No, no…
No es cierto que nuestras 26 constituciones sean una prueba de una sucesión constante de fracasos. Yo las veo como una secuencia constante de frustraciones. Y de la frustración siempre queda la esperanza que la constancia la lleve al éxito.
Las frustraciones de nuestra historia están eslabonadas por una sucesión magnífica, gloriosa de coraje y de constancia en la defensa de los principios democráticos que fueron sembrados en un día como hoy, hace 188 años. De no haber sido por ese coraje y esa constancia, Boves habría triunfado.
En su día fueron más, fue mayoría la que siguió a Boves, y minoría la que seguía a Bolívar. Pero para nuestra fortuna, no todos los venezolanos de entonces se hicieron soldados de Boves. Y no todos los venezolanos de hoy, son como los que ayer siguieron a Boves.
He dejado hablar al venezolano angustiado que tengo dentro. Porque no somos pocos los venezolanos que estamos angustiados por las tempestades que van a provocar los vientos de odio, de ilegalidad y de violencia sin razón ni sentido, que hoy se están sembrando. Es a esos venezolanos angustiados a los cuales les he hablado… para ver si encuentro en ellos alguna empatía de mi angustia. Pero no es por ellos ni para ellos que he hablado…
He hablado por mis hijos, por mis nietos por los hijos y los nietos de todos los que tienen hijos y nietos. Por ellos he hablado. Ellos son los que van a vivir en del próximo siglo. Ellos son los que van a tener que pagar y que cargar lo que hoy hagamos o dejemos hacer para detener, o para dejar pasar, lo que tanto daño amenaza..
Mañana, mis hijos y mis nietos no me podrán reclamar el no haber dicho lo que debía decir cuando pude y debí decirlo. YA lo dije. YO cumplí. Ahora les toca a ustedes."
Personalmente, yo pienso que el carácter no deliberante de las Fuerzas Armadas es indispensable para el mantenimiento de su disciplina y esa disciplina es indispensable para la estabilidad de cualquier orden de gobierno, democrático o no.
"..A quienes me escuchan…y a quienes no me quieren escuchar…"
Mañana, mis hijos y mis nietos no me podrán reclamar el no haber dicho lo que debía decir cuando pude y debí decirlo. YA lo dije. YO cumplí. Ahora les toca a ustedes."
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