EL NACIONAL - SÁBADO 11 DE ABRIL DE 2015 | OPI |
OpiniónEl viejo periodismo de Beria
A los opositores del régimen cubano, bajo cuya máscara supuestamente ideológica se ha ocultado más de 50 años una dinastía que volvió polvo cósmico cualquier sueño de progreso y de igualdad, los funcionarios del régimen los denominan "gusanos", "terroristas", "contrarrevolucionarios" y un montón más de descalificaciones y dicterios de toda ralea. Poco dados a la confrontación de ideas y negados a considerar a los otros seres humanos, tan pronto como escuchan la palabra "cambio" o "democracia" sacan el martillo que heredaron de Stalin. Cuando Eleazar Díaz Rangel todavía coqueteaba con los progresos de la isla y "creía" como los demás ingenuos que todo lo que se decía de la revolución cubana era verdad, no solo sobre educación, deportes y salud, sino también sobre periodismo, escribió una monografía en la que halagaba el "Nuevo Periodismo" y lo ponderaba con el periodismo que debían pergeñar los comunicadores. Eleazar partía de la equivocacada suposición de que los cubanos habían dado un salto hacia adelante y que su periodismo contaba con todas las libertades y recursos para escarbar en la sociedad, en la burocracia, en los manejos de los funcionarios y denunciar malas conductas y desviaciones, que siendo tan «avanzados» podrían superar con creces los grandes hitos del "nuevo periodismo" al combinar sus destrezas con esa nueva tecnología. Iluso. Los isleños los llamaran "ideólogo burgués". Los cubanos ya sabían que ahí no estaba la nuez del periodismo "revolucionario" y no se aventuraron a explicárselo. No se atrevieron a decirle que su asunto no era la verdad, sino mantenerse en el poder. Ahora, Díaz Rangel lo está aprendiendo en la dirección de un pasquín de alta circulación, que más que informar distrae la atención de los asuntos importantes y que asume el lenguaje de la burocracia oficialista en los textos informativos. El "nuevo periodismo" de Eleazar es llamar "escuálidos" a los opositores y "gusanera" a quienes han combatido la dictadura de los hermanos Castro. Decía Díaz Rangel que "la tecnología no tiene ideología", tampoco la tiene el martillo que le fue tan útil a Stalin para aplastarles los dedos a los periodistas que se atrevieron a señalar su gran fracaso económico, el que ahora se trata de imponer en Venezuela con su total simpatía. En la respuesta a sus críticos cubanos, insistía en mantener un debate profesional, la oportunidad que él no da a los periodistas que cuestionan su estilo de mano de acero en el manejo de la redacción, estilo coronel Beria. Vendo basurero lleno de ideales. |
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