Paquetazo con disimulo RAMÓN HERNÁNDEZ 2 DE NOVIEMBRE 2014 Mi vecino es un hombre muy discreto en sus avatares económicos y políticos. Supone que es lo mejor para mantenerse lejos de la mira y de la trayectoria de la bala. Va de su casa a sus asuntos y viceversa. Omite la crítica y también la queja. Ayer me sorprendió. Se me acercó con tres recibos de electricidad, que siempre ha sido una factura difícil de entender y que es peor desde que le incorporaron la línea “cargo por ajuste combustible y energía”. No sé lo que pechan en ese rubro. Descarto que se refiera al “ajuste” del pasaje del transporte que se aplicó el 27 de febrero de 1989 y que sirvió de “combustible” para los saqueos fomentados por grupos de la PM liderados por un subinspector que ahora desde el poder comanda un sacudón de las policías oficialistas. Consultadas las teorías de Einstein y los textos de James Watts no hubo manera de encontrar la diferencia entre “combustible” y “energía” y se decidió dejarlo
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