Eduardo Vásquez Ramón Hernández De joven, cuando el país trataba de escoger, sin saberlo, entre el laberinto y la línea recta que lleva a la felicidad, Eduardo Vásquez fue chofer de camión, mecánico y también fotógrafo, pero con esfuerzo, dedicación y rigor cumplió su cometido de ser filósofo, pensador universitario, académico e investigador en el buen sentido de la palabra. Precursor de los estudios hegelianos en Venezuela, descubrió muy pronto cuán estalinista y poco respetuoso de los derechos humanos sería el “proceso revolucionario” que comenzó con la victoria electoral del teniente coronel Hugo Chávez en la elecciones de 1998 y que se profundizó cuando fueron invitados los cubanos a traer su “experiencia” a cambio de petróleo, dólares, poder e impunidad. Metódico y buen amigo, generoso y conversador, enseñó la dialéctica de Hegel y el método de análisis de Marx; denunció las equivocaciones y falsedades de Alexander Kojeve, que se hizo millonario en Occ
Un sitio para la libertad y la democracia. No cree en ilusiones ni se queja por desengaños.