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Mostrando las entradas de febrero, 2016

La derrota de los pobres pero honrados

El exitoso fracaso cotidiano y oficial RAMÓN HERNÁNDEZ 20 DE FEBRERO 2016 - 12:01 AM Salvo unos cuantos discos de pasta y un cúmulo de libros que mis amigos recomiendan incinerar como hacía el detective Pepe Carvalho en las novelas de picaresca policial que revitalizó Manuel Vázquez Montalbán, mi acumulación de riquezas y de otros tranquilizantes de la codicia ha sido un fracaso ensordecedor. Ahora mismo no solo he estado a punto de abandonar la batalla contra el alto costo de la vida, por la imposibilidad de evitar que se agrande la distancia entre el sueldo y el valor de la canasta básica, sino también porque he aprendido que los productos que la integran son tan virtuales como la partidas de nacimiento y las declaraciones de bienes de los funcionarios del alto gobierno. No hay leche ni papel tualé, tampoco jabón de baño y cientos de otros productos indispensables para vivir como criaturas del siglo XXI y no como aborígenes precolombinos. Tampoco hay abundancia de puestos

Conozca como Chávez manipulaba a los débiles de mente y a los de hondas convicciones comunistas

Un gobierno que manda con un cacique y un brujo, he ahí el socialismo.

Relojes y socialismo precolombino RAMÓN HERNÁNDEZ /  @RAMONHERNANDEZG 13 DE FEBRERO 2016 - 12:01 AM Ricardo Molina es diputado y el heredero de buena parte de la fortuna que su papá, el tipógrafo y maestro de las artes gráficas Manuel Isidro Molina, natural de Valera y asentado en una enorme casa en la urbanización El Paraíso en Caracas, logró levantar con su propio esfuerzo para permitirse ir cada día a impartir sus clases en la UCV en un Mercedes Benz, que no pasaba aceite, que tenía la carrocería en perfecto estado y los faros intactos y no como lo vimos una vez con el Chiro Molina al volante. Creador de una ingeniosa versión en plástico del tipómetro, el utensilio que se usa en las imprentas y sus sucedáneos para medir picas y calcular puntos, Molina padre los vendía por encargo, no los tenía en exhibición en su cubículo. Su invento ayudaba al estudiante a calcular con más exactitud las maquetas que asignaba a los estudiantes. Yo le compré dos, uno que usaba en clases y